Julio Casado
Filosofía con humor
El sentido del humor es, para algunos, el término medio entre la frivolidad, para la que casi nada tiene sentido, y la seriedad, para la que todo tiene sentido. Es una de las virtudes humanas que denotan inteligencia y nos ayudan a afrontar las adversidades de la vida desde una perspectiva positiva al ayudarnos a relativizar nuestras circunstancias. De ahí que sea importante cultivarlo desde todo los ámbitos.
Los alumnos de 2º de Bachillerato del Centro se han puesto manos a la obra y han dado su particular visión de los filósofos más importantes de la Historia de la Filosofía.
Estos son los resultados.
Diario de un Horticultor en prácticas VII
Tras semanas macerando a la intemperie, llegó el momento de la verdad.
Con gran expectación y bastante recelo, nos dispusimos a probar la primera producción de aceitunas del Colegio Gondomar. Incredulidad, nervios, una pizca de escepticismo y buenas dosis de paciencia, reinaron en el reparto, lo más equitativo posible, de las mismas.
Llegado el gran momento, las reacciones no se hicieron esperar. Desde los más entusiastas, a los que les encantó el sabor de las aceitunas, hasta los que no las hallaron a su gusto, el caso es que a nadie dejó indiferente.
Cada uno de los alumnos de la clase pudo llevarse su tarro con el delicado manjar para que sus familias también fuesen partícipes de los esfuerzos de sus hijos.
Siempre es gratificante recoger el fruto del trabajo realizado y más si este lo llevamos realizando desde hace meses. Y eso es, precisamente, lo que hicimos hoy. Esperamos que en cursos venideros podamos aumentar nuestra producción.
Festival de Villancicos
Un año más, el alumnado de Secundaria y Bachillerato del Colegio Gondomar se ha reunido en el gimnasio para despedir el año con el tradicional Festival de Villancicos. Cada uno de los grupos ha preparado para la ocasión uno en castellano y otro en inglés.
Curiosamente, cada clase se ha decantado por una modalidad diferente. Los benjamines de primero, por una versión moderna del “Burrito Sabanero”; los de segundo, por un villancico en flauta; tercero, por una versión libre de la “Canción de Navidad”; cuarto por un popurrí de villancicos tradicionales y Bachillerato, por un villancico al son de Rosana.
En el caso de los villancicos en inglés, la mayor parte de los participantes ha optado por los bailes al compás de las pegadizas melodías escogidas por las profesoras de susodicha lengua. Hemos disfrutado de villancicos tradicionales como ‘Rocking around the Christmas tree’, ‘Sleigh ride’ y ‘Winter Wonderland’ y de otros en versiones más modernas como ‘Here comes Santa Claus’ y ‘Drummer Boy’. El ambiente festivo y entrañable, dentro del respeto, ha impregnado cada una de las actuaciones.
Diario de un Horticultor en prácticas
Tras la recogida de las aceitunas, las dejamos en agua a lo largo de la semana. Cada día, hemos de cambiar el agua para que pierdan su acidez y estén preparadas para elaborar las conservas. Para facilitar el proceso, hemos practicado una incisión en cada una de ellas. ¡Lo peor de todo es que las manos se nos han quedado moradas! En esta tarea, nos han ayudado los alumnos de primaria que se quedan a comedor, al igual que en la del cambio de agua.
Esperamos que antes de las vacaciones de Navidad podamos prepararlas, ya que han de estar otros diez días con las especias que les darán el sabor final, antes de poder embasarlas.
El futuro es Hoy
Con esta sentencia podríamos resumir la visita realizada al Museo de Robótica, de Madrid, con los alumnos de primero a tercero de secundaria. Realmente, no sé quiénes han salido más impresionados en las casi dos horas y media que ha durado la exposición.
Por una parte, los verdaderos protagonistas de esta excursión, los alumnos, fascinados con robots que bailan y se levantan del suelo sin ayuda cuando se caen; drones que pasan volando sobre nuestras cabezas; perros robotizados que te reconocen y que recargan sus baterías ellos solos…
Por otra parte, nosotros, los docentes, nacidos el siglo pasado y para quienes la Guerra de las Galaxias era algo totalmente fabuloso, un mito asombroso y, por supuesto, utópico. Entonces, ¿quién no soñó con vivir en un mundo así, en el que subirte en tu nave espacial a salvar el Universo, con R2-D2 a tu vera?
Miro con asombro como nuestros alumnos van pasándose, con ternura, un ejemplar de dinosaurio. Este, mimoso, se deja acariciar por los adolescentes. Se acurruca entre sus brazos, cierra los ojos ante sus caricias. Con delicadeza, con sumo cuidado, le depositan en la mesa y siguen regalándole arrumacos mientras prosiguen las explicaciones del monitor.
Supongo que uno de los anhelos más recurrentes a lo largo de la historia de la Humanidad, repetido por hombres y mujeres de cualquier parte del planeta, de cualquier época, habrá sido la búsqueda de un sentido a la vida. Esa respuesta a la fatídica pregunta de: ¿Qué es la vida?
Para algunos, un sueño. Y ya se sabe: “los sueños, sueños son”. Soñamos con grandes metas, con utopías que parecían imposibles, con retos inalcanzables, con sociedades futuras donde todos convivamos en paz y armonía. ¿Quién no ha soñado alguna vez con un mundo mejor?
Para otros, una ilusión. Un espejismo en el que es imposible discernir entre la realidad y la ficción. Una alucinación donde conviven la fantasía y la cotidianidad. ¿Qué es magia y qué un simple truco visual?
Supongo, que entre esos dos parámetros, entre esas dos variables, se ha movido la visita de hoy. Sueños hechos realidad, tangible pero fugaz; futuro hecho presente, real a la vez que etéreo. Y esa enorme certeza de que el porvenir se halla en lugares hoy desconocidos, a penas vislumbrados, pero siempre cautivadores, como cautivador ha sido el fascinante espectáculo de magia que ha cerrado la visita.
Sin ases guardados en la manga, pero con la misma ilusión, tratamos de educar a nuestros alumnos, brindándoles la oportunidad de conocer nuevas realidades no solo para nosotros desconocidas. De ahí nuestro ahínco en seguir dotando a nuestros alumnos de las herramientas necesarias para un mundo que nosotros, simplemente, no alcanzamos a imaginar, pues aquel futuro que soñamos, ya está aquí.