En una reunión con profesores a comienzo de curso, abrimos y cerramos la reunión con un aforismo que podría convertirse en el mejor lema para inspirarnos e inspirar a nuestros alumnos, durante este curso o, incluso, quizás durante toda la vida: Enseñar y Aprender deberían ser una experiencia feliz.

Para nosotros la gran revolución y transformación en la educación como afirman, el Dr. Francisco Mora y D. José Antonio Marina, pasa por el Profesor. Una máquina o un robot nunca podrá transmitir esa humanidad ni desarrollar los talentos ejecutivos como lo hace un profesor bien formado. 

Por otro lado, debemos ser conscientes de que nuestra actitud como profesores influye en todo lo que nos rodea: lo que sentimos, lo que pensamos, nuestros silencios, nuestras palabras y expectativas, nuestra pasión, nuestra alegría…Todo lo que hacemos tiene unas consecuencias; pero no sólo en nosotros, sino también en los que nos rodean. En nuestro caso somos afortunados por poder cruzarnos en la vida de personas que se están construyendo y preparando para el futuro. Si queremos, podemos contribuir a mejorar la vida de muchos de ellos. Como he dicho en más de una ocasión, ¿existe algún trabajo tan apasionante como este?. 

La piedra angular en nuestro modelo educativo es el Profesor y todos los profesionales que trabajan aquí, porque ellos son los que transforman las dificultades en posibilidades y las incertidumbres en certezas. 

El Colegio, al tener una estructura de una sola línea en todas las etapas desde un año hasta los dieciocho (Bachillerato), nos brinda la oportunidad de tener más tiempo para conocer y reconocer a nuestros alumnos, y a sus familias. Hecho que incide en la calidad, en la personalización, en un buen clima de convivencia y de valores humanos, en el aprendizaje de nuestros alumnos y la eficacia académica. El fracaso escolar no ha sido significativo en ninguna de las etapas, ni siquiera al terminar la enseñanza obligatoria, cuando se concluye cuarto de Secundaria y se pasa a Bachillerato. 

El modelo pedagógico del centro tiene un carácter inclusivo, atiende la diversidad personalizando el proceso de enseñanza-aprendizaje y evaluando los procesos. Buscamos el talento y nos preocupamos por las necesidades, para poder sacar lo mejor de ellos mismos. Por eso, somos considerados una  escuela innovadora,  porque buscamos el éxito de todos los alumnos y porque invertimos tiempo en conocerles y en establecer una metodología de trabajo, reconociendo las distintas inteligencias, en un espacio de seguridad y confianza, que hace posible ese clima de experimentación, juego, creatividad, trabajo, alegría y buena energía, tan necesaria para que los alumnos puedan crecer de un modo saludable y sentirse autorrealizados. 

Nosotros entendemos la innovación como un proceso de crecimiento y de adaptación a la realidad y al contexto socio-económico y cultural. Para nosotros investigar es buscar, descubrir, indagar, hacernos preguntas, dudar, mediar, vivir y orientar.

Creemos que siempre podemos aprender algo de los modelos educativos más clásicos; pero también de los más actuales, y tanto de sus errores como de sus aciertos. Eso sí, siempre que estén reconocidos por las evidencias científicas y los resultados académicos no sólo en una etapa de la escolaridad , sino también al acceder a la Universidad y concluir esos estudios, así como en los ciclos formativos profesionales, es decir, que exista una continuidad. 

No defendemos algunas pedagogías tradicionales o conservadoras que buscan la homogeneidad,  y que no atienden a la diversidad o a los ritmos madurativos de los alumnos, que discriminan por rendimiento en las aulas, o por sexo y que en ocasiones se maquillan con algunos recursos tecnológicos para terminar haciendo lo mismo de siempre; pero tampoco confiamos en algunos modelos alternativos que sólo satisfacen los deseos o el principio del placer de los niños, abandonando cuestiones tan importantes en la formación como: el cultivo de la voluntad, la resiliencia,  aprender a compartir, el trabajo individual y en equipo, la memoria de trabajo, la empatía, la gestión emocional, la creación de hábitos, los buenos modales, etc.

El sentido común y la ciencia a día de hoy no pueden ser adulteradas por las creencias, las pseudociencias o las teorías del aprendizaje del condicionamiento ya superadas, o bien por el marketing de algunas empresas que se apoyan en la autoridad de algunos gurús (argumentum ad verecundiam), o universidades desconocidas que no tienen estudios contrastados y carecen de todo rigor científico y credibilidad. Es muy plausible que busquen, esos modelos, su nicho de mercado y  que atiendan las emociones o miedos de algunas familias; pero yo creo que no pueden olvidar una máxima: la salud  y el equilibrio intelectual y emocional de los más pequeños debe preservarse. 

Nosotros queremos ser una escuela vital que siente, piensa y actúa, que crece y se desarrolla, teniendo en cuenta el presente sin olvidar el fin ulterior: el futuro. Una escuela que evalúa los procesos para mejorar la labor docente y la situación de los alumnos,  y que se hace preguntas como, ¿ cuáles son las competencias y fortalezas cognitivas, emocionales, o sociales más importantes en las distintas etapas en la actualidad y cómo serán en adelante?,¿ por qué ya no son las mismas que en nuestra época?, ¿cómo son las pruebas de acceso a la Universidad y cómo serán en un futuro?. etc.


Esa vitalidad y carácter innovador nos hizo incorporar el segundo idioma extranjero (francés), desde los cuatro años, el Bachillerato dual desde segundo de Secundaria, ser Centro Examinador de Cambridge, y crear proyectos como Paseo por el Mundo, la Huerta, los conciertos Solidarios, las actividades de Aprendizaje- Servicio (visitas a Residencias), los Festivales y Maratones Solidarios, el Proyecto de Arte y de Filosofía, que por ejemplo hacen posible el trabajo en Equipo de Profesores de Bachillerato, Primaria e Infantil compartiendo experiencias, metodologías e incentivando la creatividad y curiosidad de los alumnos, etc.

Las familias han jugado y juegan un papel muy importante en el Colegio. Son el primer nivel de socialización de un niño,  ellos forman parte de los procesos de aprendizaje, de los juegos , de las emociones y del crecimiento moral de un niño. Su lenguaje, conducta, normas , orientaciones , coherencia y apoyo pueden facilitar y allanar nuestro camino o bien dificultarlo. El refuerzo de autoridad (ayudar a crecer) entre padres y profesores aportará seguridad , equilibrio y armonía a los niños y tranquilidad y confianza a todos los adultos. 

El Dr. Francisco Mora, con el que he empezado el artículo, afirma “Lo que ha cambiado no son los genes, sino la cultura, somos lo que somos por esa capacidad plástica que tiene  el cerebro de transformarse con las palabras, con la emoción, con los sentimientos, son lo que nos hace ser lo que ahora somos. Somos sapiens sapiens y lo que la educación hace de nosotros”, por eso el Profesor es tan importante. 

Por último, nuestra pasión a la hora de enseñar hará posible que los aprendizajes perduren en el tiempo, porque siempre recordaremos aquello que nos emocionó, por tal motivo no olvidemos que:

Enseñar y Aprender deberían ser una experiencia FELIZ.    

   ¡Sapere Aude!

Publicado en Educar para Ser

Queremos desear a todas las familas y alumnos que formáis parte del Colegio Gondomar, un feliz verano. En la parte inferior de este artículo, podéis visualizar un reportaje con una pequeña muestra de algunos proyectos y actividades que se han llevado a cabo en el centro, a lo largo del curso.

 Nos vemos a la vuelta para otro año lleno de vivencias, aprendizajes y emociones.

"Educar la mente sin educar el corazón, no es educación en absoluto". Aristóteles.

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